Orión es el mapa de un conflicto antiguo tatuado en el cielo para que lo recordaras, hasta que ya no lo necesitaras.
Las estrellas de Orión no están allí para que te pierdas, sino para que aprendas a navegar tu oscuridad sin entregarte al drama.
Orión es una noche llena de patrones sagrados esperando que alguien los escuche.
Allí, el alma reconoce que no hay batalla eterna entre lo femenino y lo masculino. Solo fragmentos intentando volver a bailar al ritmo de una sinfonía olvidada.
En Orión, el deseo no se demoniza, se ordena. La energía sexual no se reprime, se eleva.
En Orión, el drama no se repite, se cierra, como un portal, para que el alma pueda al fin decir «Estoy completo.»
Está ahí para que comprendas que la oscuridad no es castigo, sino el vientre de lo nuevo, y que las estrellas no son entidades externas, sino puntos de luz revelados por el poder de la conciencia despierta.
Porque Orión no es un lugar. Es un espejo. Un crisol. Un laboratorio de luz donde el Ser se prueba a sí mismo y se devuelve como unidad encarnada.
Y al volver de Orión no vuelves llevando respuestas. Llevas contigo una visión. Llevas la alquimia viva de lo que antes te dividía y ahora te sostiene.
Orión es un crisol de estrellas que guía en la oscuridad. Es una sinfonía que resuena en la noche eterna, conectando el futuro con los albores primigenios de la humanidad.
Orión simboliza el Ser unificado que ha desterrado de su mente el conflicto de tantas eras de oscurantismo, para ver renacer la fragancia de un mundo donde la complementariedad entre lo sagrado femenino y lo sagrado masculino se manifiesta plenamente, desde una base de igualdad y reciprocidad.
¿Qué puedes buscar en Orión?
Eliminar la distorsión holográfica asociada a la energía sexual y cerrar los vórtices de energía creados por el drama, y, de esta forma, hacer brotar en un interior un sentido de libertad y plenitud inquebrantables.
Los elementales no son entidades aisladas, sino expresiones de la memoria viva de la Tierra. Son el eco de un tiempo anterior al tiempo, donde todo estaba en relación sagrada.
Los elementales no enseñan con ideas. Enseñan vibrando. Su lenguaje es la resonancia: si estás en desarmonía, lo sientes. Si estás presente, lo comprendes sin esfuerzo.
La conciencia no se afirma, se entrelaza.
Este portal no es un salto, es una disolución. No se cruza con valentía, sino con humildad. Y al atravesarlo, no te elevas, te enraízas. Los elementales son estados de conciencia ligados a la unidad profunda con la creación.
Son manifestaciones de la Ley en su forma más primitiva y pura. Conciencia sin ego. Imaginación no fragmentada. Sabiduría que obra sin palabras.
Los elementales son los símbolos vivientes de la mente universal en estado puro, antes de la separación sujeto-objeto. Obviamente ni luchan, ni desean, son.
Y cuando regresas del mundo de los Elementales, no tienes más respuestas. Tienes paz.
Tu cuerpo se mueve distinto, como si escuchara algo más profundo. Tus palabras son menos, pero cada una brota desde lo esencial.
Ya no necesitas demostrar quién eres. Porque el bosque lo sabe. Porque el agua lo susurra. Porque tú lo recuerdas.
El mundo de los Elementales es un reino de conciencia colectiva, de unidad e interconexión entre todos los seres.
Una danza de armonía con los ciclos de la vida, de sabiduría y energía primordial.
¿Qué puedes buscar en el mundo de los Elementales?
Una conexión más profunda con tu ser esencial, despojado de las distracciones del ego y lo material. Una comunión con lo puro e inmutable, con lo más sagrado de tu Ser.
Los dragones no preguntan tu nombre, preguntan tu verdad. No exigen valentía, exigen presencia.
En su mundo, no hay sombra ni luz. Hay esencia. Cruda, intacta, sin disfraz.
No apto para quienes aún creen que el poder se demuestra.
Los dragones ven más allá del gesto. Solo dejan pasar a aquellos que ya no actúan desde la herida.
Aquí no hay camino. Solo un umbral que calcina y devora tus máscaras.
Un dragón no te destruye. Te revela. Y si logras mirarlo sin temor, te devuelve a ti mismo, por primera vez.
Y cuando regresas del mundo de los dragones, no traes fuego ni escamas. Pero tu voz tiene raíz. Tus ojos ya no tiemblan. Tu verdad ya no necesita ser defendida.
Porque el dragón no es el guardián del tesoro. Es el tesoro.
El mundo de los dragones es un reino de misterios a la espera de ser revelados.
Un viaje hacia lo insondable de tu propio Ser. No apto para curiosos.
¿Qué puedes buscar en el mundo de los dragones?
Comprender la esencia del Yo, la verdadera naturaleza del ser más allá del ego y las ilusiones mundanas. Los dragones pueden ayudarte a descubrir tu verdadera identidad y el propósito de tu alma.
Puede que no los veas si dudas, pero si cierras los ojos, y no esperas nada, quizás sientas una brisa, un silencio leve, un temblor en tu pecho que no viene de ti, sino de ti antes de ti. En ese umbral se inicia el mundo sin cargas.
En el reino de los unicornios, nadie necesita tener razón. Nadie se defiende. Nadie busca brillar, porque todo ya brilla.
No hay historia. No hay castigo. No hay redención.
Hay presente. Puro. Suave. Real.
Los unicornios no viven en los cuentos. Habitan la capa de conciencia donde el alma ha dejado de contraerse.
Donde ser auténtico es tan natural como respirar, y manifestar es solo una forma de jugar con la luz.
No viniste aquí a esforzarte. Viniste a recordar que ya eras suficiente.
El unicornio no es símbolo de perfección. Es símbolo de libertad sin trauma, de identidad sin lucha, de expresión sin permiso.
Y cuando vuelves, nadie nota cuán lejos has viajado, pero tú ya no habitas el mundo del juicio. Tu presencia ahora es liviana. Ya no buscas explicarte, solo ser. Porque has recordado que la verdadera libertad es no tener que defender la luz que eres.
El mundo de los unicornios es un reino exento de juicios, cargas, conflictos y sombras. No es que desconozcan tus vicisitudes o ignoren la dualidad; más bien, es un estado de conciencia que las trasciende.
¿Qué puedes buscar en el mundo de los unicornios?
Cómo experimentar y manifiestar una libertad que va más allá de las limitaciones físicas y emocionales, y cómo esa libertad te permite vivir de manera plena y auténtica.
Andrómeda fue encadenada, no por los dioses, sino por los pensamientos y los juicios del mundo, por la lógica que no perdona, por la culpa heredada que dice «Tú no puedes. Tú no eres digna.».
Andrómeda no habla con palabras, habla en pulsos, en geometrías que flotan silenciosas hasta tocarte en lo más profundo y recordar a tus células que fueron hechas para crear, no para repetir.
En Andrómeda no esperes una revelación violenta, sino una reconfiguración amorosa. No vas allí para limpiarte sino para alinearte.
No hay castigo, no hay deuda, no hay expiación. Sólo patrones viejos disolviéndose en el resplandor de tu conciencia recuperada. Una conciencia que ya no juzga ni reacciona, sino que es todo presencia, la conciencia de neutralidad.
En Andrómeda, no te vacías, te actualizas.
Descargas, no información, sino estructura viva. Plantillas de un lenguaje que no se traduce, porque solo puede ser encarnado.
El karma aquí no se sana con dolor. Se ilumina con verdad. Y en esa luz, el pasado se redibuja. Ya no es una carga sino un recurso.
Tus cuerpos se miran entre sí y dejan de culparse. Tu mente escucha a tu biología y le canta. Tu ADN deja de defenderse y empieza a transmitir.
Andrómeda no te cambia, te devuelve al código antes de la interferencia.
Y cuando vuelves de este portal, no vuelves elevado sino ordenado. Unificado. Neutro. Luminoso. Como quien ha recordado que no vino a aprender, sino a anclar lo que ya era en forma sagrada, en un cuerpo vivo, fértil.
Andrómeda representa la aceptación del proceso de liberación del karma, y la coherencia vibratoria entre tu mental y tu biología humana.
Andrómeda sinmboliza el Ser que es consciente de su conexión con todos los aspectos del Creador, inscritos en tu ADN.
¿Qué puedes buscar en Andrómeda?
Retomar contacto con tu sabiduría ancestral y descargar plantillas de geometría sagrada para anclar en la Tierra, llevando sanación y comprensión a tus vidas pasadas y a tus diferentes cuerpos, desde la neutralidad de tu conciencia más elevada que comienza a manifestarse como realidad cotidiana.
Sirio brilla en la bóveda celeste para que recuerdes cómo encender tu Sol interior.
No es una estrella lejana, es una frecuencia que pulsa cada vez que dejas de preguntarte quién eres y empiezas a expresarlo.
En Sirio la duda no existe. Porque el alma ya se ha vaciado de mendigar verdad, y ha comenzado a caminar con la certeza de quien ya ha sido coronado por su propio fuego.
Sirio no te exige nada, excepto que recuerdes. Que recuerdes que cuando fuiste arrojado, cuando fuiste negado, tú seguiste soñando. Y por eso ahora, el cetro ya no está fuera, está en tu verbo. En tu gesto. En tu capacidad de guiarte sin permiso, de crear sin explicación, de liderar sin dominar.
Sirio no te hace líder. Pero te muestra que ya lo eras, cuando decidiste encarnar con propósito y escribir tu destino con letras de vibración pura.
Este portal no se cruza. Se despierta.
Sirio no es un punto en el cielo, es una herencia activada en la médula de tu Ser.
Y cuando vuelves de Sirio, no vuelves como alguien especial, sino como alguien inevitable. Alguien que ya no puede fingir que no sabe, que ya no puede callar su canción. Que ha recordado que su alma no necesita más pruebas pues ya ha recordado su estirpe.
Sirio es la promesa de una renovación inminente y de un renacimiento sin demora, su intensidad nos acerca a la vertiente más trascendente del liderazgo divino, forjando el mundo, entregando regalos celestiales y tejiendo el destino.
Sirio representa el Ser muldimensional que camina por la Tierra con la confianza que su herencia le otorga.
¿Qué puedes buscar en Sirio?
Reencontrarte con tu verdad y abrazar tu libertad como hija/hijo del que Todo lo es. Al alinearte con tu expresión creativa y encarnar los dones que te habitan, te conviertes en un líder, un guía de tu propio camino y creador de tu realidad.
Egipto te re-inicia, es una frecuencia. No forma parte del pasado, es ahora.
Las aguas del Nilo no han olvidado quién eres, te llaman por tu verdadero nombre en cada curva, y con cada gota repiten un cántico: «Tú ya eres. Tú ya sabes. Tú ya puedes».
Las arenas del desierto se inclinan, se retuercen, y susurran en lenguas sin fonemas las fórmulas del alma encarnada que no teme al cuerpo, sino que lo honra.
En los templos están escritos mapas de activación con símbolos que hablan de tu sangre, de tu adn, del reflejo de las estrellas en tus pupilas.
Egipto es la luz que nace cuando recuerdas que el cuerpo es un instrumento y el alma deja de negar sus deseos.
Aquí, la abundancia no se busca, se recuerda. No llega por mérito, sino por alineación. No se mide en posesiones, sino en la cantidad de verdad que puedes sostener sin temblar.
En este santuario fuera del tiempo, los dioses no viven en altares, sino en tus huesos, en tu voz, en tu manera de habitar el instante presente sin rendirte al juicio.
Porque Egipto te mira a los ojos y espera a que cruces el umbral.
Cuando vuelves de Egipto ya no huyes de nada, solo abandonas la ilusión de que debías pedir permiso para ser abundante, libre, y sagrado.
Las aguas del Nilo fluyen como una incansable alabanza al conocimiento ancestral y las arenas del desierto recitan una melodía atemporal acerca de la esencia de un poder que trasciende las eras.
Egipto representa el Ser que es libre y abundante. Es una escuela de misterios (fuera de la línea del tiempo) que enseña a sus discípulos la alquimia del alma.
¿Qué puedes buscar en Egipto?
Reconectar con tu abundancia natural. Reconectar con tu cuerpo y con el poder que lo habita.
Les eaux du Nil coulent comme une louange inlassable à la connaissance ancestrale. Les sables du désert récitent une mélodie intemporelle sur l’essence d’un pouvoir qui transcende les époques.
L’Égypte représente l’Être qui est libre et abondant. C’est une école de mystères (en dehors de la ligne du temps) qui enseigne à ses disciples l’alchimie de l’âme.
Que pouvez-vous chercher en Égypte ?
Se reconnecter avec votre abondance naturelle. Se reconnecter avec votre corps et la puissance qui l’habite.
Sirius est la promesse d’un renouveau imminent et d’une renaissance sans délai, son intensité nous rapproche de la facette la plus transcendante du leadership divin, façonnant le monde, offrant des cadeaux célestes et tissant le destin.
Sirius représente l’Être multidimensionnel qui marche sur Terre avec la confiance que son héritage lui confère.
Que pouvez-vous chercher à Sirius ?
Retrouver votre vérité et embrasser votre liberté en tant que fille/fils de l’Univers. En t’alignant avec ton expression créative et en incarnant les dons qui t’habitent, tu deviens un leader, un guide de ton propre chemin et le créateur de ta réalité.
Atlántida no se hundió por soberbia. Se hundió para que la soberanía pudiera ser recordada como una elección consciente. Y ahora, desde la profundidad cristalina del alma, resurgen sus torres de cuarzo, no como ruinas, sino como memorias activas de lo que el Ser ya sabía antes de empezar a creer que no podía.
En la Atlántida la sabiduría no es acumulación, es resonancia. Y el conocimiento no es teoría, es vibración que ordena, que armoniza, que crea.
Allí, el alma ya no culpa, ya no suplica, ya no espera, porque ha recordado que todo lo que existe afuera es eco de tu vibración sostenida.
La Atlántida es el punto donde el velo cae sin lucha. Donde el alma dice: «- Soy creador, soy responsable, soy libre.»
Ya no se manipula la materia. Se dialoga con ella. No se impone el deseo. Se alinea el campo. Y cada célula, cada pensamiento, cada emoción, comienza a regenerarse al compás de una melodía antigua, la misma que construyó los templos del alma antes de que el olvido tuviera nombre.
Cuando vuelves de la Atlántida no eres más fuerte, vuelves despierto. Con ojos que ya no preguntan por qué, sino que afirman «- Yo soy la causa de mi mundo.»
La Atlántida representa el Ser que asume su soberanía natural y se empodera desde el conocimiento de su divinidad. Un ser que es consciente de su origen más allá del velo y de una sabiduría que le permite ser creador.
¿Qué puedes buscar en la Atlántida?
Recuperar el control de tu vida asumiendo la responsabilidad de tus propias creaciones. Acceder a la sabiduría de la regeneración celular. Desprogramar tu mente de la programación hipnótica de la conciencia de masas.
Lemuria no se hundió … se perdió en tu memoria. Pero no fue pérdida, sino resguardo. Porque algunas verdades son tan puras que deben guardarse en pequeños cuarzos, en conchas, en olas, en susurros de agua salada que sólo entiende quien ha amado sin limitaciones.
Lemuria es la tierra sumergida del alma donde el Ser aún recuerda que no vino a dominar, sino a bailar. Que no vino a separarse del mundo, sino a hacer del mundo su templo.
Allí, entre corales y constelaciones conocidas solo por aquellos que han navegado las corrientes del tiempo, el alma no necesita gritar quién es, su sola presencia vibra con la música de todo lo que es.
En Lemuria no se habla de amor, se lo respira.
Allí no se huye del ego, simplemente se le da reposo como a un niño cansado que ha confundido tener con ser.
En sus aguas, el Sol no ciega, acaricia. La Tierra no es un escenario, es madre, amante y espejo.
En Lemuria el cuerpo no es una prisión, es el altar donde la divinidad se hace táctil.
Cuando vuelves de Lemuria no sientes que has aprendido algo nuevo, sino que por fin has recordado lo que ya eras antes del olvido: Ser. Sin adornos. Sin exigencias. Sin reparación.
Lemuria representa el Ser espiritual que habita la Tierra. Un habitante que no ha perdido el sentido de comunión con lo divino, ni con la madre Gaia que lo acoge. Un ser instruido en la alquimia de la conciencia, que respeta su cuerpo y su entorno.
¿Qué puedes buscar en Lemuria?
Sanar el dolor de la pérdida y de la desconexión. Abrir tu conciencia a todo lo que significa Ser, sin buscar a satisfacer las necesidades absurdas del ego.
Venus no se alcanza, se recuerda.
Es el susurro del alma cuando dejas de luchar y te permites amar lo que ha sido, lo que es, y lo que aún no ha nacido.
Allí donde la herida aún duele, desciende el lucero del alba, no como promesa lejana, sino como compasión encarnada.
Venus no exige. No pregunta. No cuestiona. Acaricia. Abraza. Es el instante sagrado en que el Yo herido se mira con ternura y se reconoce eterno.
En su luz suave se disuelven los juicios, y el alma se inunda de la belleza de volver a casa sin necesidad de huir de sí misma.
Venus es el umbral donde florece esa vibración viva que no divide, que ve con ojos de unidad y ama sin condiciones, no como una elección sino como su verdad.
Ser Cristo no es ser perfecto, es saberse Uno. Es habitar el amor sin pedir pruebas. Es sostener la luz, incluso sin rechazar la sombra.
Así, el alma que cruza a Venus no se vuelve mejor, se vuelve memoria viva, del amor que lo abarca todo sin querer cambiar nada.
Venus es algo más que un faro de luz. Símbolo de transformación, es una invitación a conectar con la eterna danza entre el amor incondicional y la compasión.
Venus simboliza la reconexión con el amor y la belleza de la experiencia humana. También representa el retorno a la inocencia de la esencia divina del ser humano.
¿Qué puedes buscar en Venus?
Desde la vibración del amor incondicional, puedes marcar una pausa, recuperar tu centro para que tu conciencia, sumergida en la dualidad de la 3ª Dimensión, recuerde qué es la compasión, tanto hacia los demás como hacia ti mismo, para empezar a sanar las memorias de dolor y separación.
Telos no se encuentra, se desvela. No se accede por los ojos, ni por el pensamiento, sino por un descenso suave, delicado, hacia el silencio sagrado donde habita lo que siempre ha sido.
Bajo la superficie de lo cotidiano, más allá del ruido mental y del disfraz emocional, Telos aguarda. Es el vientre del Yo eterno, la matriz donde los tiempos se curan, pues el pasado no duele y el futuro no amenaza.
La piedra que una vez se rechazó, la intuición, el sentir profundo, la imaginación, se alza como base de un nuevo comienzo.
Telos no es un lugar de escape, sino de integración.
Es el eco vibrante del Ser que susurra: «Nada está roto, solo desconectado.»
Allí, el alma no necesita aprender más, solo recordar. Recordar que puede caminar ligera entre los escombros de tus propias creencias, porque ya ha vuelto a la Fuente donde toda división fue sanada antes mismo de encarnar.
Y al salir de Telos no regresas al mundo, sino que el mundo empieza a reflejarse tal y como tú lo recuerdas: íntegro, armónico, auténtico.
Bajo el monte Shasta, yace Telos, un refugio espiritual, un lugar donde el cuerpo y la mente pueden encontrar equilibrio y renovación.
¿Qué puedes buscar en la Telos?
Retomar contacto con la conciencia del Ser multidimensional que eres puede armonizar tus pensamientos y tus emociones, tu pasado y tu futuro, permitiendo desbloquear los conflictos internos que surgen como resultado de tu desconexión. Reconfigurar tu percepción de la realidad para experimentar la vida de manera más plena y equilibrada.
Shambhalla no un destino geográfico ni un lugar mitológico.
Es el nombre que se da al momento en que el Ser recuerda que todo, absolutamente todo, ha sido amor disfrazado de experiencia.
En Shambhalla no hay puertas, ni juicios, ni esfuerzo.
Solo la vibración armónica del Yo fluyendo sin forma y sin límite.
En este reino, la mente no gobierna, se rinde a la danza perfecta entre la memoria del origen y la encarnación del presente.
Shambhalla es la curva en el tiempo donde el pasado no hiere y el futuro no impone.
Es el amor como sustancia, no como emoción.
Allí no se sana: se recuerda que ya estás entero.
Y cuando sales de Shambhalla, llevas contigo una visión, una vibración, una música interna que ordena, atrae, y revela el mundo tal como lo soñaste antes de olvidar quién eras.
En Shambhalla, la energía cósmica fluye libremente, armonizando cada rincón del Ser y conectando lo humano con lo divino. Es una invitación al viajero espiritual a despertar, sanar y recordar su verdadera esencia al reconocer la verdadera naturaleza del pegamento del universo: el amor.
¿Qué puedes buscar en Shambhalla?
En este espacio sagrado, puedes, si te lo permites, trascender cualquier conflicto entre los aspectos más densos y sutiles de tu Ser.
Recuperar la memoria de la armonía restablece el flujo armonioso de tu energía vital. Este proceso tiene como objetivo permitirte experimentar una mayor plenitud en la vida.
Los Portales de Ascensión son una extensión natural de los portales de sanación, creados especialmente para los viajeros interdimensionales: almas que ya han hecho sesiones conmigo y han atravesado procesos de apertura, liberación y reconexión.
Con el paso del tiempo, constato que la gravedad de la tercera dimensión (densa, repetitiva, cargada de espejos) puede volverse demasiado persistente, incluso para quienes han vislumbrado lo que hay más allá del velo. Poco a poco, el recuerdo del viaje se atenúa, se diluye entre rutinas y obligaciones, y el cuerpo-mente adormece lo que el alma ya ha despertado. No se trata de una pérdida, sino de una desconexión temporal.
Este portal existe como anclaje, como recordatorio vivo de la multidimensionalidad que el viajero ya ha experimentado. Es un espacio para reactivar lo que fue descubierto, para encarnar lo aprendido y seguir ascendiendo desde la materia.
Si bien es cierto que los viajes a través de mis portales son poderosas herramientas de sanación, liberación, reconexión y armonización con niveles de conciencia más elevados, hay ocasiones en las que es necesario un tratamiento específico para abordar aspectos más profundos o complejos del ser.
La Sanación holográfica es un proceso que trabaja con la totalidad del ser (cuerpo, mente, alma y campos energéticos) desde una perspectiva multidimensional. Permite identificar y reconfigurar patrones, bloqueos o heridas no solo del presente, sino también de otras líneas temporales, dimensiones o vidas, facilitando así una transformación integral y sostenida.
Andrómeda représente l’acceptation du processus de libération du karma et la cohérence vibratoire entre votre mental et votre biologie humaine.
Andrómeda symbolise l’Être conscient de sa connexion avec tous les aspects du Créateur, inscrits dans votre ADN.
Que pouvez-vous chercher dans Andrómeda ?
Renouer avec votre sagesse ancestrale et télécharger des modèles de géométrie sacrée pour les ancrer sur Terre, en apportant guérison et compréhension à tes vies passées et à tes différents corps, depuis la neutralité de ta conscience la plus élevée qui commence à se manifester comme une réalité quotidienne.
Le monde des Elementaux est un royaume de conscience collective, d’unité et d’interconnexion entre tous les êtres.
Une danse d’harmonie avec les cycles de la vie, de sagesse et d’énergie primordiale.
Que pouvez-vous rechercher dans le monde des Elementaux ?
Une connexion plus profonde avec votre Être essentiel, dépouillé des distractions de l’ego et du matériel. Une communion avec le pur et l’immuable, avec le plus sacré de votre Être.
Le monde des dragons est un royaume de mystères en attente d’être révélés.
Un voyage vers l’ insondable de votre propre Être. Non recommandé pour les curieux.
Que pouvez-vous rechercher dans le monde des dragons ?
Comprendre l’essence du Moi, la véritable nature de l’être au-delà de l’ego et des illusions mondaines. Les dragons peuvent vous aider à découvrir votre véritable identité et le but de votre âme.
Le monde des licornes est un royaume exempt de jugements, de fardeaux, de conflits et d’ombres. Ce n’est pas qu’elles ignorent vos vicissitudes ou la dualité ; c’est plutôt un état de conscience qui les transcende.
Que pouvez-vous rechercher dans le monde des licornes ?
Comment expérimenter et manifester une liberté qui va au-delà des limitations physiques et émotionnelles, et comment cette liberté vous permet de vivre de manière pleine et authentique.
En haut des montagnes sacrées, au-delà du temps et de l’espace connus, se trouve Shambhalla, un royaume d’énergie pure et de haute vibration.
À Shambhalla, l’énergie cosmique circule librement, harmonisant chaque recoin de l’Être et connectant l’humain au divin. C’est une invitation au voyageur spirituel à éveiller, guérir et se souvenir de sa véritable essence en reconnaissant la véritable nature de l’adhésif de l’univers : l’amour.
Que pouvez-vous chercher à Shambhalla ?
Dans cet espace sacré, vous pouvez transcender tout conflit entre les aspects les plus denses et subtils de votre Être.
Récupérer la mémoire de l’harmonie rétablit le flux harmonieux de votre énergie vitale. Ce processus vise à vous permettre de vivre une plus grande plénitude dans la vie.
Sous le mont Shasta, dans les profondeurs de la Terre, dans le silence de l’invisible, repose Telos, une cité de lumière et de sagesse éternelle. Un refuge spirituel, un lieu où le corps et l’esprit peuvent trouver équilibre et renouveau.
Que pouvez-vous chercher dans Telos ?
Reprendre contact avec la conscience de l’Être multidimensionnel que vous êtes peut vous permettre d’harmoniser vos pensées et vos émotions, votre passé et votre futur, pour débloquer les conflits intérieurs qui émergent de votre déconnexion. Reconfigurer votre perception de la réalité afin de vivre de manière plus complète et équilibrée.
L’étoile du matin est bien plus qu’un phare de lumière, symbole de transformation, c’est une invitation à se connecter à la danse éternelle entre l’amour inconditionnel et la compassion.
Vénus symbolise la reconnexion à l’amour et à la beauté de l’expérience humaine. Elle représente également le retour à l’innocence de l’essence divine de l’être humain.
Que pouvez-vous chercher sur Vénus ?
Depuis la vibration de l’amour inconditionnel, vous pouvez marquer une pause, retrouver votre centre afin que votre conscience, plongée dans la dualité de la 3ème Dimension, se souvienne de ce qu’est la compassion, tant envers les autres qu’envers vous-même, pour commencer à guérir les mémoires de douleur et de séparation.
Dans le creuset de sa grandeur, avec la sagesse comme guide, phare de connaissance et de beauté, les grandes tours de quartz sont des témoignages vivants de la créativité et de la maîtrise.
L’Atlantide représente l’Être qui assume sa souveraineté naturelle et s’autorise depuis la connaissance de sa divinité. Un être conscient de son origine au-delà du voile et d’une sagesse qui lui permet d’être créateur.
Que pouvez-vous chercher dans l’Atlantide ?
Reprendre le contrôle de votre vie en assumant la responsabilité de vos propres créations. Accéder à la sagesse de la régénération cellulaire. Déprogrammer votre esprit de la programmation hypnotique de la conscience de masse.
Le rayonnement du soleil se balance sur ses eaux mystérieuses, les murmures de l’océan dansent entre les coraux, et les vagues tissent des histoires avec des constellations connues seulement de ceux qui ont navigué les courants du temps.
La Lémurie représente l’Être spirituel qui habite la Terre. Un habitant qui n’a pas perdu le sens de communion avec le divin, ni avec la mère Gaïa qui l’accueille. Un être instruit dans l’alchimie de la conscience, qui respecte son corps et son environnement.
Que pouvez-vous chercher dans la Lémurie ?
Guérir la douleur de la perte et de la déconnexion. Ouvrir votre conscience à tout ce que signifie Être, sans chercher à satisfaire les besoins absurdes de l’ego.
Orion est un creuset d’étoiles qui guide dans l’obscurité. C’est une symphonie qui résonne dans la nuit éternelle, reliant le futur aux aurores primordiales de l’humanité.
Orion symbolise l’Être unifié qui a banni de son esprit le conflit de tant d’ères d’obscurantisme, pour voir renaître la fragrance d’un monde où la complémentarité entre le sacré féminin et le sacré masculin se manifeste pleinement, sur une base d’égalité et de réciprocité.
Que pouvez-vous chercher dans Orion?
Éliminer la distorsion holographique associée à l’énergie sexuelle et fermer les vortex d’énergie créés par le drame, et ainsi faire éclore en soi un sentiment de liberté et de plénitude inébranlables.
Un Portail représente une ouverture dans le tissu électromagnétique qui permet la communication d’informations ou le transfert d’énergie depuis d’autres dimensions de l’Être. En termes plus simples, ouvrir un Portail est une action délibérée dans laquelle votre conscience défie la structure continue de l’espace-temps, établissant ainsi un lien éphémère qui transcende les limitations normatives et permet l’interaction avec des réalités alternatives.
Une séance d’ouverture d’un Portail interdimensionnel est une thérapie de conscience.
Qu’est-ce qu’une séance et comment se déroule-t-elle ?
Cette séance à distance, d’une durée de 90 minutes (45 à 60 minutes à partir de l’ouverture du portail), se déroule en plusieurs phases.
La première phase consiste en la conception d’un réseau de cristaux et de quartz, sous la supervision de Sananda, Metatron, Saint Germain et l’archange Miguel. Le résultat est entièrement personnalisé ; on pourrait dire qu’il n’y a pas deux séances identiques.
Le réseau lui-même est un ‘Conseil de sages‘, car chaque cristal représente une énergie, un être ou une entité qui se prête volontiers à participer à votre session.
Dans la deuxième phase, nous établissons un appel vidéo (WhatsApp, Skype, Telegram, etc.) et, selon vos souhaits, nous activons conjointement le réseau, créant ainsi une ‘Membrane cosmique‘.
La Membrane cosmique est un champ quantique, c’est-à-dire un champ qui imprègne l’espace et le temps, et qui nous servira de base pour ouvrir le Portail.
Après que tout se soit déroulé de manière satisfaisante, je procède alors à l’ouverture du Portail interdimensionnel avec mon code d’activation personnel.
Nous utiliserons le Portail pour accéder à d’autres dimensions, d’autres réalités, et/ou pour télécharger des informations, activer les mémoires, …, toujours sous la supervision du Conseil de sages et de votre Soi supérieur. Je vous assisterai pendant toute la durée de l’appel vidéo et je fermerai le Portail lorsque le Conseil me l’indiquera.
La Membrane cosmique peut rester active pendant 24 ou 72 heures après notre rencontre, afin de faciliter le processus d’intégration des changements que vous avez demandés ou des informations que vous avez reçues.
Si vous souhaitez une séance, je vous invite à me contacter pour convenir de la date et de l’heure de l’appel vidéo. Le paiement doit être effectué 24 heures avant la séance.
Important : Poursuivre implique l’acceptation des conditions d’utilisation et de la politique de confidentialité des données.
Un Portal representa una apertura en el tejido electromagnético que posibilita la comunicación de información o la transferencia de energía desde otras dimensiones del Ser. En términos más simples, abrir un Portal es una acción deliberada en la cual tu conciencia desafía la estructura continua del espacio-tiempo, se establece un vínculo efímero que trasciende las limitaciones normativas y permite la interacción con realidades alternativas.
Una sesión de apertura de un Portal interdimensional es una terapia de conciencia.
¿En qué consiste una sesión y cómo se desarrolla?
Esta sesión a distancia, de 90 minutos (45 a 60 minutos a partir de la apertura del portal), se desarrolla en varias fases.
La primera fase consiste en el diseño de un entramado con cristales y cuarzos, bajo la supervisión de Sananda, Metatrón, Saint Germain y el Arcángel Miguel. El resultado es completamente personalizado; podríamos decir que no hay dos sesiones iguales.
El entramado, en sí, es un ‘Consejo de sabios’, porque cada cristal representa una energía, un ser o una entidad que se presta voluntariamente para participar a tu sesión.
En la segunda fase establecemos una videollamada (Whatsapp, Skype, Telegram, ..) y, de acuerdo a tus deseos, activamos conjuntamente el entramado, creando así una ‘Membrana cósmica’.
La Membrana cósmica es un campo cuántico, es decir, un campo que permea el espacio y el tiempo, y que nos servirá de base para abrir el Portal.
Habiéndose desarrollado todo de forma satisfactoria, procedo entonces a la apertura del Portal interdimensional con mi código de activación personal.
Utilizaremos el Portal para acceder a otras dimensiones, otras realidades, y/o para descargar información, activar memorias, …, siempre bajo la supervisión del Consejo de sabios y de tu Ser superior. Yo te asistiré mientras dure la videollamada y cerraré el Portal cuando el consejo me lo indique.
La Membrana cósmica puede seguir activa 24 o 72 horas tras nuestro encuentro, para facilitar el proceso de integración de los cambios que has solicitado o de la información que has recibido.
Si deseas una sesión te invito a ponerte en contacto conmigo para concretar fecha y hora de la videollamada. El pago deberá hacerse efectivo 24 horas antes de la sesión.
Importante: Seguir adelante implica aceptación de las condiciones de uso y política de protección de datos.
Un Portail représente une ouverture stratégique dans le tissu électromagnétique qui permet la communication d’informations ou le transfert d’énergie vers d’autres dimensions de l’Être.
En termes plus simples, ouvrir un Portail consiste en une action délibérée où la conscience défie la structure continue de l’espace-temps, se libérant temporairement des restrictions imposées par les lois physiques conventionnelles.
Pendant la période où le portail reste ouvert, un lien éphémère est établi qui transcende les limitations normatives et permet l’interaction avec des réalités alternatives.
Un Portal representa una apertura estratégica en el tejido electromagnético que posibilita la comunicación de información o la transferencia de energía hacia otras dimensiones del Ser.
En términos más simples, abrir un Portal se trata de una acción deliberada en la cual la consciencia desafía la estructura continua del espacio-tiempo, liberándose temporalmente de las restricciones impuestas por las leyes físicas convencionales.
Durante el lapso en que el portal permanece abierto, se establece un vínculo efímero que trasciende las limitaciones normativas y permite la interacción con realidades alternativas.
¿Qué es un Código Crístico?
Un Código de Luz es una imagen portadora de conocimiento espiritual a través de patrones energéticos, frecuencias vibracionales o información simbólica codificada. Los códigos de luz pueden transmitir información directamente a la mente, al cuerpo o al espíritu, favoreciendo procesos de transformación y/o facilitando el acceso a niveles más elevados de conciencia.
La frecuencia crística se refiere al estado de iluminación espiritual o de conexión profunda con la divinidad, lo que permite experimentar una mayor comprensión de la realidad multidimensional, del amor incondicional y de la compasión (en su sentido real, sin mitos, ni dogmas humanos).
¿Cómo sería ‘bajar tu espiritu’ a la Tierra y anclar las energías del despertar en tu realidad 3D?
Qu’est-ce qu’un Code Christique ?
Un Code de Lumière est une image porteuse de connaissances spirituelles à travers des schémas énergétiques, des fréquences vibratoires ou des informations symboliques codifiées. Les codes de lumière peuvent transmettre des informations directement à l’esprit, au corps ou à l’esprit, favorisant des processus de transformation et/ou facilitant l’accès à des niveaux plus élevés de conscience.
La fréquence christique se réfère à l’état d’illumination spirituelle ou de connexion profonde avec la divinité, permettant d’expérimenter une compréhension accrue de la réalité multidimensionnelle, de l’amour inconditionnel et de la compassion (dans son sens réel, sans mythes ni dogmes humains).
Comment serait-il de «descendre ton esprit» sur Terre et d’ancrer les énergies de l’éveil dans ta réalité 3D ?
Un Código de Luz es una imagen portadora de conocimiento espiritual a través de patrones energéticos, frecuencias vibracionales o información simbólica codificada. Los códigos de luz pueden transmitir información directamente a la mente, al cuerpo o al espíritu, favoreciendo procesos de transformación y/o facilitando el acceso a niveles más elevados de conciencia.
La frecuencia crística se refiere al estado de iluminación espiritual o de conexión profunda con la divinidad, lo que permite experimentar una mayor comprensión de la realidad multidimensional, del amor incondicional y de la compasión (en su sentido real, sin mitos, ni dogmas humanos).